Calle melancolía.

     

             

He decidido mudarme. Buenos días a todo esto. 


        Eso de ser vecino de Sabina tiene su “qué”, pero es hora de cambiar.  Y eso que mola tener un vecino famoso. Cuando lo comentas te haces el interesante y la gente te admira por ello. Te abre puertas, hay que reconocerlo. Y  hasta entrepiernas, aunque quede mal decirlo. He aprendido mucho de él. Me conozco todas sus letras, pues el tipo acostumbra a cantar bajo la ducha. No, no os hagáis ilusiones, no voy a contar cosas privadas de él.  Pero vamos, a lo que iba. Que es un rollazo seguir viviendo aquí. Muy bucólico, muy poético, muy inspirador, y todo lo que quieran, pero cansa vivir en esta calle tan sombría. Donde las almas visten de pena su hipocondría, y la tristeza vaga de mirada en mirada, mientras sus dueños caminan a gatas sobre adoquines empapados de lágrimas.  Aquí, la noche secuestra el sol, para que nadie encuentre nunca su horizonte, y la ropa tendida en los balcones esbozan un crucigrama de atormentadas vidas. Cuentan los viejos del lugar, Sabina entre ellos, que no se recuerda la visita de la última sonrisa. La leyenda urbana, rumorea, que fue asesinada y enterrada en los jardines de la soledad (allí, las plantas son grises y las flores ya nacen marchitas). 

         Hace dos años y medio, y aún recuerdo mi primer día en la calle de la melancolía. Llegué al bar de los recuerdos, encontrando caras a mi semblanza parecidas. Y entre tragos de añoranza y tapas de historias repetidas, el consuelo de mis penas halló empatía. Alquilé este piso, entregando como fianza tres años de alegría; y tras este tiempo…continúa sonando la misma melodía.

        Me han hablado del barrio de la esperanza. Pero he escuchado voces de que allí los vecinos son unos ilusos. No me convence. No quiero cambiar vivir de recuerdos para hacerlo de fantasías. Tengo mis bártulos preparados. Bueno, realmente me voy con lo puesto; y sin mirar atrás, me largo a la Fascination Street. Os haré saber si todo lo que cuentan de ella es cierto. Perdón, como he dejado mis recuerdos, no sé si os he dado lo buenos días. Así que… que tengáis un Fascinante Día.