Camino exhorto hacia tu llamada. Continúo sin encontrar respuestas, por mucho que las busque en mil preguntas distintas. ¿Por qué todo es tan frágil en tu presencia?
Presiento que te ríes de mí. Pactas a tu antojo cada regreso, succionando cada gota de desamor que por ti siento. Continúo sin querer tus alas; y ya no deseo besar tu remedio, por más que prometa el descanso eterno. Tus intenciones me debilitan cada vez menos.
Aquí me tienes, otra
vez…fiel a tu llamada. Vuelvo a desnudarme bajo las estrellas y ofrendar mi
llanto a quien tanto desprecio. Así que puedes comenzar la danza de los ángeles malditos junto a la
hoguera de mis sentimientos, que hoy contemplaré impasible este tormento.
Después, bebe mi sangre si quieres injiérela toda, que de las olas del mar colmaré mis venas
para apagar rápido el fuego que en mi alma siempre dejas. Sé que vuelas cada
vez más alto porque yo caigo menos bajo. Y vuelas desesperado, pues en mí apenas
encuentras ya alimento. Sáciate, por esta noche, que apenas ofrezco
resistencia. Sáciate aún ante mi complacencia, que los días de espejos rotos se
acabarán con tu ausencia. Sáciate, que
las oscuras heridas ahora cicatrizan a la luz de la siguiente luna.
Sé que mi victoria nunca será vencerte.
Mi victoria será convencerte de que aprendí a superar tu desaliento.
Sé que mi victoria nunca será vencerte.
Mi victoria será convencerte de que aprendí a superar tu desaliento.
Me ha gustado especialmente esa fuerza, el triunfo ante lo que parece una derrota.
ResponderEliminarHacía tiempo que no entraba al mar. Me ha sorprendido gratamente el cambio de luz e imágenes.
Me acabo de hacer seguidora de él en facebook. Allí nadaré en sus aguas. También.
Un abrazo.