martes, 23 de agosto de 2011

Camino interior (skyper IV)

La naturaleza es maravillosa…relaja, fascina, impresiona,te carga de energía…y guarda en su perfección el misterio de la filosofía de la vida.


Un acertijo…que diferencia una imagen de la otra???


                                  
                                                   Aunque no lo parezca...son el mismo lugar.







Un paso…un solo paso es la distancia que separa una foto de otra…de un lugar a otro…un único paso separa lo maravilloso de la vida con el no poder disfrutar de ella…de sentirte el dueño y amo del mundo a pertenecer a los abismos de los que ya nada son… todo es tan fácil como dar un simple paso. El símil es claro… para llegar a la cima debes recorrer un largo y pesado camino; pero una vez en ella…es suficiente con dar un paso y una oscura profundidad será lo único que divise tu ser.


Un solo paso es la distancia del ser o no ser…del bien o del mal… de un ser narcisista a otro falto de amor propio... del egoísmo al altruismo…de lo correcto a lo incorrecto… de lo bello y deseable a lo desechable… de la verdad a  la mentira…de la madurez a  la locura…de la sensatez a lo incongruente… de la razón al sin sentido… de lo complicado a lo simple… Para pasar de un extremo a otro hay un tramo inmenso; sin señales de dirección, ni aduanas, que marquen el paso fronterizo que los separa.

Acostumbro a perder la consciencia dentro de ese laberinto que se llama conciencia. Navegar y divagar en el juicio de valores de mis actos y pensamientos, pues no hay oración que decida por mí. Los prejuicios ajenos, influyen tanto como para convertirse en perjuicios en el discernir de tu valía como persona, sobre todo si tu conciencia duda de cual es el equilibrio entre el bien y el mal…

Hasta hace bien poco…para juzgar mis propios actos…acostumbraba a poner mis sentimientos en el otro plato de la balanza. Desconocía otra medida primaria con la que poder sopesar todo cuanto he hecho, dicho…y sentido; y así he funcionado hasta ahora.

Si el acto pesaba más que los sentimientos, era mi propia conciencia la que me hacía retroceder un escalón en mi escalera hacia el cielo…si era otra persona quien me lo hacía ver…dos!!! Quizás, de tanto pasarme el día con ese espíritu de frutero, y pesar uva por uva en vez de poner todo el racimo en la balanza, olvidaba más de una noche volver a colocar mi corazón en su sitio. De ahí, mi supuesta falta de autoestima…

Supuesta…y digo bien…SUPUESTA, pues en este camino interior que he iniciado, aún ando en la duda de que es más importante para mi tranquilidad y paz interior, si hacer caso a la conciencia o a la sensatez. Según parece, uno no sabe querer a los demás sino se quiere a si mismo… la sensatez me cuenta que no debo hacer daño a los demás, ni cargarlos con un pesar el resto de sus vidas, por querer abandonar yo ese lugar (con la obligación de permanecer allí para evitarles un mal a ellos); la conciencia me dice que debo pensar en mí… sí!!! ser un egoísta consecuente, y dejar de permanecer en aquel lugar, y no únicamente para no hacer daño a los demás…sino además, para no seguir haciéndome daño a mí mismo. De tal forma que quedándome siento que hago lo que no deseo… dejar de hacerme daño y a quien me rodea. ¿Dónde queda mi egoísmo, si lo que intento es dejar de sufrir? ¿Hacer lo que uno desea no es quererse a uno mismo? ¿Hasta donde llega el compromiso de la vida, para tener que estar en ella a pesar de tu voluntad?




Continuará...(como mi vida)






2 comentarios :

  1. Aniuska---un abrazo mu fuerte skiper , muy bueno todo lo que leo , mucha fuerza y ánimo , siempre pa lánte , lo estás haciendo muy bién

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  2. Qué sorpresa!!!... Gracias por seguir leyendome...y por tu comentario.
    Espero que todo te vaya de lo mejor... besotes y axuxones brujilla ;-)

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