Amenace el día gris. Tormenta se avecina. El viento aviva las brasas de los problemas, prendiendo de nuevo la llama de la desolación. El aguacero es incesante.
Las gotas de agua golpean poco a poco la moral, clavándose en ella como si de estalactitas se tratasen, haciendo sangrar por sus heridas el ánimo que alberga tu espíritu . Abatida, caminas por un cable suspendido sobre un abismo, vacía de deseos, desvestida del coraje que protege a diario tu cuerpo, indefensa ante la impunidad que la intemperie transforma en una realidad difusa.Casi sin darte cuenta, ni pretenderlo, esa misma mañana el destino te hace tomar unas simples decisiones que comienzan a sofocar el fuego de la desesperanza, con solo dar unas pinceladas de colores claros que, poquito a poco, te ayudarán a encontrar un camino de sueños por cumplir. Poquito a poco levantas la mirada al cielo y sonríes, porque sientes que, a pesar de su color plomizo y sombrío, llevas algo (o alguien) dentro de ti que comienza a formar parte de tu ser, que te ayuda ver una claridad por muy oculta que se encuentre en la oscuridad de la realidad que tus ojos perciben hoy.
Camina. Camina de nuevo, poquito a poco y de la mano, por entre el relax compartido de un aroma perturbador que embriague los poros de la piel en toda y cada una de las noches que te quedan por vivir. Y al despertar, poquito a poco, descubre cada día frente al espejo que cada una de las personas que crees ser no son más que un reflejo difuminado de tu pasado por las tormentas vividas sobre el nuevo sol que asoma por tu ventana, convirtiéndote a día de hoy en el arco iris sobre el que fijan su horizonte mis ojos.
Así que, poquito a poco, déjate acompañar, porque volverás a encontrarte sonriendo cada mañana al despertar frente a un ventanal con vistas a la mar, rodeada por la fiera que anidará junto a tu cuerpo en los descansos noctámbulos de nuestras almas. Poquito a poco, entendiendo que debemos crecer en el camino de los colores claros.
Las gotas de agua golpean poco a poco la moral, clavándose en ella como si de estalactitas se tratasen, haciendo sangrar por sus heridas el ánimo que alberga tu espíritu . Abatida, caminas por un cable suspendido sobre un abismo, vacía de deseos, desvestida del coraje que protege a diario tu cuerpo, indefensa ante la impunidad que la intemperie transforma en una realidad difusa.Casi sin darte cuenta, ni pretenderlo, esa misma mañana el destino te hace tomar unas simples decisiones que comienzan a sofocar el fuego de la desesperanza, con solo dar unas pinceladas de colores claros que, poquito a poco, te ayudarán a encontrar un camino de sueños por cumplir. Poquito a poco levantas la mirada al cielo y sonríes, porque sientes que, a pesar de su color plomizo y sombrío, llevas algo (o alguien) dentro de ti que comienza a formar parte de tu ser, que te ayuda ver una claridad por muy oculta que se encuentre en la oscuridad de la realidad que tus ojos perciben hoy.
Camina. Camina de nuevo, poquito a poco y de la mano, por entre el relax compartido de un aroma perturbador que embriague los poros de la piel en toda y cada una de las noches que te quedan por vivir. Y al despertar, poquito a poco, descubre cada día frente al espejo que cada una de las personas que crees ser no son más que un reflejo difuminado de tu pasado por las tormentas vividas sobre el nuevo sol que asoma por tu ventana, convirtiéndote a día de hoy en el arco iris sobre el que fijan su horizonte mis ojos.
Así que, poquito a poco, déjate acompañar, porque volverás a encontrarte sonriendo cada mañana al despertar frente a un ventanal con vistas a la mar, rodeada por la fiera que anidará junto a tu cuerpo en los descansos noctámbulos de nuestras almas. Poquito a poco, entendiendo que debemos crecer en el camino de los colores claros.
Caminante no hay camino,se hace camino al andar....
ResponderEliminarBonito texto.
Besos
Me encanta leerte.... y seguiré haciendolo, asi que ya puedes seguir escribiendo para nosotros.
ResponderEliminarMuchos besotes petardillo
Poco a poco, una descubre el placer que da leer cosas como esta. Poquito a poco, seguiré por aquí, del Bosque al Mar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me gusta la visión optimista con la que se concluye el texto. Recuerdo una frase que más o menos decía así: "Se alcanza el éxito convirtiendo cada paso en una meta, y cada meta en un paso". ¡Y qué mejor éxito que esbozar cada día una sonrisa!
ResponderEliminarUn abrazo.
Poquito a poco entendiendo que no vale la pena andar por andar... que es mejor caminar pa ir creciendo...
ResponderEliminarE intentar cada mañana sonreirle a la vida.
Un beso, bichejo!