hasta....

- ¿Conocéis el libro: “El Secreto”?

Esta mañana decidí participar en una charla filosófica. No, no os riáis, estoy hablando en serio.Desperté, y como aquel que decide cambiar de desayuno justo en el momento de abrir los ojos, decidí cambiar de hábitos en mi mañana sabadera. Así que allá que me fui, a una de estas reuniones de grupos que se forman por Internet, en un café de las Ramblas, a la altura del Liceu.

La apariencia no es sincera… podéis estar tranquilos, no tengo la intención de divagar sobre lo que allí hemos hablado, ni utilizaros para que leáis sobre mis visiones y pensamientos con verborrea filosófica. Tan solo me apoyaré en el comentario de una persona que me ha sorprendido mucho, mas allá de por su teórica experiencia adjudicada por la edad (sino recuerdo mal 74 años), por su manera de entender y aceptar la vida.

Él formuló la pregunta sobre el libro. Tampoco voy hablar sobre el secreto; aunque creo, que alguna seguidora del blog le hubiese encantando verme merodear las redes de Tolle… total, creo que entre “el positivismo” de Byrne y “el aquí y ahora” de Tolle, no debe haber mucha diferencia (un par de “esos” de secano, primita). Enrique, que así se llama este gran hombre, decía que deberíamos aprender a ser egoístas. Sí…aprender a ser egoístas; y tener siempre claro, que en nuestra escala de valores y pensamientos, la primera posición debe estar guardada para la palabra : “YO”. Y la segunda…y, según él, en la tercera. Procurando hacer el menos daño posible a todo aquello que nos rodea… pero que no debíamos olvidar nunca, que nuestra vida es eso… ¡solo nuestra! A partir de ahí, hay mas puntualizaciones y matices, pero no voy a entrar en ellos.

Supongo que cuando llegue a la edad de este señor, si llego; estos dos últimos años de mi existencia los recordaré con mucha nostalgia. En este momento de mi vida, no tengo claro hacia donde me van a llevar; pero a día de hoy, soy consciente de lo mucho que van a significar para el resto de todo aquello que me pueda quedar por vivir. Más que un saco, del que en teoría debería intentar soltar lastre, siento que llevo a mis espaldas un enorme tesoro del que no hace falta desprenderse de nada, sino todo lo contrario, he de saber aprovecharlo e invertirlo.


A veces, sin pretenderlo, en la vida nos pasan cosas por cosas que pasan, y en estos dos años, han habido dos momentos que podrían haber cambiado mi…”destino”. No siempre querer es poder, más aún cuando dependes de segundas o terceras personas, o cuando en plena demencia, te encuentras luchando contra molinos de viento tal cual Quijote, o… creyendo despertar al lado de tu propia Dulcinea…soñándola luego durante todo el día. También he descubierto que puedo ser aprendiz de jardinero de sensaciones y pensamientos, y lo que es más importante… sentir que necesito “jardinear”, además de conocer a un buen número de personas, incluido algún que otro personaje.

La cuestión, es que esta semana pretendia acabar de tomar una decisión que llevaba cierto tiempo retrasando, supongo que por lo drástico de la determinación. Ayer por la noche lo hablaba con una persona muy especial para mi, y precisamente esta mañana,ironías de la vida, este buen señor, sin ser conciente de ello, ha dado su conformidad a mis pensamientos… necesito ser egoísta.


No soy el mejor ni el peor de los amigos, y para algunos de vosotros ni tan siquiera amigo…tan solo un conocido de Internet; pero he procurado estar en casa cada vez que alguien ha llamado a mi puerta, intentando no decir nunca un “no”. Quienes me conocéis un poco, sabéis que nunca he tenido problema, ni miedos, a salir en busca de los elementos… y ser La Montaña que iba en busca de Mahoma, si hacía falta. Y aunque cerrando los ojos, se que hay un motivo por el que La Montaña volvería a moverse, ha llegado el momento de que este naufrago se quede solo en su islote. Y digo “solo”…no “sólo”, que también, por un tiempo.

Necesito ser egoísta… y dedicarme únicamente a mí. Así que como diría Sabina: Cerrado por derribo.No hay nuevos planos, ni planes, ni intenciones... y lo peor: ni ilusiones. Tan sólo la necesidad de comenzar a construir algo, aunque no sepa muy bien el qué, pero con cierta base sólida... Y para eso,dadas mis circustancias, debo tener dedicación exclusiva.

Creo que ya me he recreado bastante para ser una despedida,mejor será no extenderme más.


Supongo que el día que decida volver, encontraré algunas puertas cerradas. O que ya no estarán abiertas de la misma forma. Quedan un par de cuentas pendientes... Dios dirá…

Continuaré con el blog, por si alguien desea seguir leyéndome.


Hasta pronto...y siempre...


PD: Lo siento...