domingo, 13 de febrero de 2011

Las hojas que ríen



Hace tiempo que mi introspección comienza a ser sospechosa, es como si dudase de todo quien soy, cuanto soy, lo que pienso, lo que hago o dejo de hacer. Estas dudas no son por falta de convencimiento sobre el compendio que forma y da vida a Skyper en si; ya que, a pesar de tener  un punto visceral y ser algo impetuoso, suelo meditar todo lo que hago… eso no me libra de equivocaciones, desde luego… pero he aquí mi eterno dilema: la diferente forma de ver, y afrontar, la gran mayoría de los obstáculos, contrariedades, deseos, ect… que la vida (incluida todo su equipo) me plantea; con respecto a la gran mayoría de personas que he conocido. No es ser la oveja negra del gran rebaño, que también, es la sensación de ser una oveja con un color desconocido; dispar a cualquier posible similitud… difícil de entender o comprender.



Un ejemplo: en un foro que sigo, aunque apenas participe por mi temporal estado introspectivo, hay un hilo donde se debate sobre las cinco cosas que harías si te diagnosticasen los últimos tres meses de vida de forma irreversible. Me sorprendió ser tan diferente a muchas personas en cuanto a sus últimas voluntades… viajes por el mundo, buscar la felicidad en el amor verdadero, sexo, volverse caritativo, volver hacer el amor con el amor ( valga la redundancia) de su vida, el testamento, vender las propiedades y fundírselas, fiestas, juergas, sexo, despedirse de los seres queridos, escribir un poema que quede para la posteridad del mundo, ver atardeceres en el mar, gente que prefiere no pensar en ello, pedir créditos para no devolverlos, tirarse en paracaídas, vivir los últimos momentos junto a su ser amado, elegir lugar donde ser enterrado, ect…
A pesar de ese estado de extrema reservadez que me asola participé en el hilo, supongo que lo hice para saber cuales eran mis respuestas. Uno, a veces, nunca sabe lo que piensa si no está en la tesitura de expresarlo. Estos fueron mis últimos cinco cometidos en la vida:

*Pedir perdón a quien haya dañado en la vida... aunque ya lo hiciese en su día.

* Hacer saber todo aquello que sentía (o sigo sintiendo) y no dije en su día...

* Sentarme frente al mar, y recordar todo lo bueno que he llegado a vivir, por capítulos

* Intentar dar las gracias a todas aquellas personas que hayan pasado por mi vida

* Que me incineren...y me lancen al mar, en el mismo lugar donde descansa mi padre.

Es una demostración más de que sí... que no soy de este planeta, que ojala encuentre a esos seres de los cuales soy descendiente, antes de morirme. Me haría ilusión llegar a comprenderme.



La vida está para derribar los muros que como principios la ética y la moral se dedican a crear a  lo largo de nuestra existencia. Aún así,son (los principios) como un paraguas en medio de una tormenta: por mucho que te proteja siempre acabas empapado. No, nunca podemos decir de esta agua no beberé… es más, en ocasiones llega a ocurrir  que ese agua llega a convertirse en la único manantial de vida del que bebamos. En el fondo, somos algo parecido a una hoja caída de un árbol caduco,que queda a merced del viento circunstancial que bufe en cada momento; y que por mucha resistencia que ofrezca, acaba siendo obligada a viajar por calles desconocidas y parajes imprevisibles. Sucede que pocos hechos ocurren porque si; todo en esta vida tiene una explicación, y cualquier paso que damos, por muy en falso que sea, viene precedido de una serie de acontecimientos que influyen directamente sobre él.

En su día, cualquiera de nosotros, pudo haber pintado un cuadro en blanco, y una buena mañana reinventarlo con betún negro, ese de los zapatos. La acción es premeditada, nada ocurre por el azar o el destino. Habrá quien se sienta ofendido, y no se moleste en preguntar o saber el por qué de ese cambio. Los hay que preguntan y sólo comprenden las palabras como justificaciones; de la misma forma, hay quien preguntará y esas palabras las entenderá como una explicación.

Yo sólo entiendo de explicaciones, es más... no comprendo esa diferencia entre justificar o explicar que algunas personas si logran discernir.

Hay una persona, importantísima para mí, que pasa por un mal momento de su vida. Le ha sucedido lo que a todo ser viviente… dar un paso en falso; un paso que jamás llegó a creer que lo daría. Es de esos principios por el que hemos pasado muchos y que la vida nos lo ha derribado. Le cuesta aceptar ese "mal paso" y las consecuencias del mismo… pues siempre hay daños colaterales. Está bastante hundida, desamparada y falta de fuerzas.

Desde aquí, quiero hacerle saber si me lee, que soy así. Que no la juzgo. Que algo me conoce, y bien sabe que soy de los que entienden de explicaciones. Que huyo de ser un Alejandro Sanz por mucho que tenga el corazón partío… Que tengo el alma de marinero como Serrat… perdiéndome por el boulevar de lo sueños rotos como los Urquijo. Que nací algo maldito como el duende de Bunbury; y mi papelera está llena de los folios con preguntas sin respuesta que Skyper formuló. Que soy un completo incompleto como Pau Donés, o el perfecto pirata cojo de Sabina.

Que el cuadro blanco que pintó durante todos los días de su vida para mí no dejará de ser blanco por haberlo pintando un día de negro. Que puede contar conmigo, por mucho que pinte un sillón con forma de jarrón de agua. Que esa hoja que anda vagando por las calles a merced del viento la agarraré con todas mis fuerzas para subirla de nuevo al lugar que le pertenece: el árbol de las hojas que ríen. Que no se esconda entre burladeros; ya que a falta de ese coraje torero que siempre profesó, dormirá al cobijo de mi amparo. Que entre ella y yo existe un lenguaje dormido entre las sombras de los libros, sin nombre ni bandera. Que sí, que fue verdad, que hubo un sendero… y que cuente con mi mano para volver a él. Que soy así… por mucho que muy pocos me comprendan.

7 comentarios :

  1. Yo no creo que seas esa oveja tan rara de color como piensas. Las cosas que tú harías si supieras que ibas a morir en poco tiempo no son materiales (y eso es de agradecer, sobre todo para los que les esperan tus deseos) y son las ganas de terminar aquello que quizá no cerraste cuando debías (ninguno hemos cerrado nada, yo creo): pedir perdón, agradecer, comunicar, rememorar... Yo te adoptaría como oveja, te lo prometo.
    No me enrollo, que voy a ver si hablo con alguien especial. Se parece a tí ;-)
    Besos de los que más te gusten. Tengo para aburrir

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  2. Este relato: un cuadro en el que contemplo valores que admiro.
    Un abrazo.

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  3. Estoy de acuerdo con Marmopi, no me pareces una oveja rara; en cualquier caso, sigue siendo esa oveja, porque nos gusta como eres.

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  4. Si se parece a mí,compadezco a esa persona, Marmo...y a ti por tratar con él. Tú sabrás lo que haces... pero, no me fiaria nunca de alguien como Skiper.

    Ahora en serio... muy común no soy. Raro también... pero puedo pasar desapercibido entre el rebaño. ´

    Gracias; a las tres... Marías ;-) y a la cuarta,que seguro que también lo lee, aunque no pueda comentar nada.

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  5. Muchas gracias por leerme y por el comentario-.

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  6. Raro no, tú. Yo también pienso que no soy de este planeta...No sé bien qué hago aquí y para qué vine...
    Intenso y profundo, como tu mar, la descripción que has hecho de esa vida loca que nos lleva. Estoy más a tu lado en cuando a los deseos últimos...La frivolidad de otros deseos, no llenan los últimos tres meses que quedaran de vida. Hay demasiada gente superficial...Y hay mucha vida en las profundidades.

    Un abrazo.

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